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¿Sabéis que una de las fragancias masculinas más vendidas es “Le Male” de Jean Paul Gautier? Y eso que tiene ya la mayoría de edad. Hace 18 años Francis Kurkdjian, creó para Jean Paul Gaultier «Le Male».  Francis Kurkdjian contaba con 25 años cuando la creó y esta fragancia le ayudó a afirmarse como uno de los grandes creadores de perfumes. Ahora, 18 años después, Gautier, le ha dado la oportunidad de re-interpretar la fragancia, de re-inventarla. ¿El resultado? «Le Beau Male»

Esto es lo que el propio Francis cuenta: “Tenía muchas ganas de reapropiarme de la fórmula. Con la distancia, había cosas que resultaban obvias: conservar la estructura original y el desarrollo de los acordes, pero dándole máxima amplitud a la nota”, explica el ‘nariz’.  Le Male” inició a mediados de los 90 un arquetipo masculino inédito en perfumería: el marinero sensual un poco canalla y con corazón tierno, revolucionando para siempre el universo de la perfumería. Por fin se hablaba de un Hombre-objeto, una bomba anatómica.

Jean Paul Gaultier- fiel a su mirada inteligente sobre la época y sus deseos- traduce hoy, el tercer milenio, en ‘frescor tórrido’. Una mezcla explosiva de frio y calor.  ¿A qué huele?  Con “LE BEAU MALE” el frescor es tan potente como adictivo. La sensualidad es el sello olfativo de los perfumes Jean Paul Gaultier, el perfume exalta los sentidos y revela el potencial erótico de cada hombre.  En esta nueva alquimia sensual, el potente coctel de frescor “menta-artemisa-lavanda” se activa al entrar en contacto con los almizcles.   El frescor se lo da la menta, planta de harenes, reconocida en la Antigüedad como potente estimulante sexual, frotada con artemisa, duplica aquí su poder olfativo.  La artemisa, llamada hierba de fuego, emblema de Diana Artemisa, la diosa de la caza, que se lleva directamente sobre la piel como talismán contra el envenenamiento y las quemaduras del sol, libera un aura parecida al ajenjo, su peligrosa vecina botánica.  La lavanda, trabajada en todas las facetas del frescor, perdura como columna vertebral de la fragancia y adquiere mayor energía puntuada por la flor de azahar y la salvia sclarea.

La caja «metal can» icónica se viste de azul glaciar magnético sobre el cual se transluce el nombre “LE BEAU MALE” escrito a mano sobre el vapor, como un preludio del choque térmico ardiente que provoca la fragancia.
El frasco ilustra la intensidad del contraste. Un blanco brillante que denota cierta humedad fundente, azotado por las rayas azules escarchadas que reflejan su potencia penetrante.

La tarea de capturar y captar la esencia de “LE BEAU MALE” fue encomendada al fotógrafo Slove Sundsbo. Este artista noruego, tenía como misión: darle cuerpo al frescor tórrido que desata los sentidos.

El modelo Kaylan Falgoust, completamente desnudo sobre una piel de oso blanco*, encarna al marinero. Atlético, tatuado con una sirena, derrite el suelo glaciar cuando su mirada se clava en el objetivo invitando al contacto cuerpo a cuerpo.
La elocuencia del mensaje es digna de la situación: “LE BEAU MALE”, objeto de todos los deseos, posa como una pin-up de los años 50, desnudo, sobre la piel de una bestia. Este hombre fatal invierte el juego de la seducción usando la ambigüedad frío caliente. Con solo verle se activa el ardor del deseo. Él lo sabe y juega con ello.

La linea Le Beau Male se amplia con Gel de ducha, desodorante en stick y la fragancia se presenta en formato de 125 ml, 75 y 40 ml con un precio de 78 eu, 55 y 38,50 respectivamente.

¿Os gusta? Apuesto a que sí. Pues si la probáis ya ni os cuento. Es maravillosa. Y se la querrás quitar a tu chico en esos días de calor insoportable…

Besos