Esta mañana, después de salir de una reunión, iba en el coche escuchando la radio. Normalmente escucho las mañanas de Carlos Herrera que me gusta mucho, pero hoy he puesto Hoy por Hoy de la Cadena Ser y justo empezaba una entrevista con el diseñador Hannibal Laguna.
Este diseñador se define como mitad valenciano, mitad andaluz y nacido en Caracas, lleva 30 años en el mundo de la moda y personalmente su trabajo me gusta bastante. El motivo de mi cabreo es que en la entrevista, hablando del precio que pagamos por las prendas, defendía su trabajo artesanal, la alta costura, los detalles y el coste real y decía (textualmente) «siempre digo que algo pasa cuando pagamos ciento y pico de euros por un perfume que todos sabemos que no lo vale». He escuchado lo que ha dicho, pero no me creía quién lo estaba diciendo, , he tenido que buscar el podcast en la web de la SER y asegurarme que lo había escuchado bien. Os dejo el audio y podéis situaros en el minuto 20’35» para escuchar su «perlita» respecto a las fragancias
http://play.cadenaser.com/audio/cadenaser_hoyporhoy_20180129_110000_120000/
Un señor que vende vestidos a unos 2.000€ o más. Pero que tiene en el mercado 6 perfumes de 150ml a 14,95€. Incoherencia pero estaba defendiendo lo suyo ¿no? Es decir, mis vestidos si que tiene un coste real de 2500€ (por ejemplo) pero el trabajo que hay detrás de un perfume no vale los «ciento y pico» que menciona. Qué soberbia y cómo puede juzgar toda una industria de las fragancias así, a la ligera.
¿Qué hay detrás de un buen perfume?
Lo primero que hay son excelentes materias primas, los aceites esenciales de las flores o elementos más exquisitos. El jazmín de Sambac, el almizcle blanco, patchouli, rosa de Alejandría, tuberosa, nelorí, vetiver… La cantidad y la exclusividad de cada materia prima es muy importante. Entenderá que extraer un aceite esencial de una materia prima es muy costoso. También hay que resaltar el trabajo del perfumista que durante meses busca combinaciones originales, nuevas, que no se parezcan a nada. Son años de profesión, de tener una nariz entrenada, de saber combinar y transmitir emociones. Y querido señor Hannibal Laguna, a los mejores se les paga su talento. He tenido la suerte de conocer a muchos y le aseguro que es un lujazo. Le pongo la foto de Alberto Morillas, para que le conozca y porque es español, un orgullo que esté considerado como uno de los mejores «nariz» del mundo.
Después el perfume pasa una serie de controles muy estrictos, se fabrica a gran escala, se macera, (si, como el buen vino, pasa un tiempo de maceración), se valora su estabilidad, compatibilidad y seguridad. Por otro lado se diseña un frasco especial, único, y un packaging en el que todo tenga una concordancia. Y tras ello se envasa, se pone el celofán y se distribuye a los puntos de venta.
El valor de todo perfume está directamente relacionado tanto con su composición como con su proceso de creación, maceración y envasado.
Además no nos olvidemos del trabajo de todas esos excelentes profesionales que forman a los profesionales que nos lo van a vender contándonos todo lo que ese perfume lleva detrás. Para mi, la labor del formador de vendedores y del vendedor es fundamental. Es la experiencia que le llega al consumidor (junto con la campaña de marketing, si la hay).
Sr Laguna, los perfumes no son churros que se hacen así sin más con una receta fija y chiclosa. A no ser que apueste por esos perfumes de 150ml a 14,95 € que crean empresas como Saphir que han perdido demandas con empresas como el Grupo Puig . Aquí le dejo la noticia para que sepa quién es su partner.
De todo esto, lo que más me molesta, no es que usted critique los buenos perfumes y sea tan insensible de no valorar un arte como la perfumería, ese es su problema. Lo que me ha molestado es la incoherencia de que defienda un arte como el de la moda, que en esa misma entrevista en la SER cataloga como cultura y dice que hay que tener arte para ser un buen diseñador. Y estoy 100% de acuerdo. La moda es arte y es cultura. Pero la perfumería también lo es. Es arte y es cultura. Si no sabe respetar y valorar otros oficios, similares encima al suyo, ¿cómo espera que le valoren y respeten a usted?
Otra cosa es que ahora me diga que vende faldas a 15€, pantalones a 20€ y vestidos a 25€. Entonces entendería el sentido de lo que ha dicho. Zara vende fragancias muy dignas por 12,95€, de hecho hay una que se llama «Una Floristería en Paris» que me encanta. Y qué casualidad que es una copia de una fragancia de la colección Replica de Martin Margiela llamada «Flower Market». Ya sabemos que Zara copia a los que más venden, como hace con la ropa inspirándose en grande de la moda. Tiene que haber fragancias para todos los gustos y bolsillos pero no infravalore algo tan especial como el arte del perfume.